La historia de la cervecera empieza por el placer de beber buenas cervezas y buscar opciones diferentes de lo que había sido establecido en el mercado. De esta manera, dentro de un garaje y con unos cubos de plástico, empezaban las concretización de un sueño y una filosofía: elaborar cervezas artesanas. Así, con la búsqueda de más información y las ganas de crecer, Saltus por fin nace en 2016 como una cervecera nómada y elabora sus primeros lotes en diferentes fábricas del País Vasco. En 2017, el equipo decidió comprar una antigua fábrica y conformaron junto a otros nómadas la cooperativa EH Bier Koop. Después de un año de trabajos de rehabilitación, la fábrica comenzó a producir sus primeros lotes en 2018 y allá siguen desde entonces. La cervecera también lleva consigo el compromiso con sus ámbitos más cercanos, en la búsqueda de materias primas locales que aporte valor añadido también a su entorno, por esa razón por ejemplo ellos utilizan lúpulo plantado en Olite e iniciaron su propio cultivo en el valle de Zuia.