Los antiguos romanos, para su industria marítima, utilizaban como puerto de refugio para sus embarcaciones el Mar Menor al cual llamaron “Belich”. La cerveza artesanal Belich toma su nombre de esta laguna salada ya que está elaborada en uno de los pueblos que lindan con este paraje. Se fabrica sólo con productos naturales, sin conservantes artificiales y está pensada para proporcionarle una nueva sensación especial y auténtica sin olvidar sus orígenes marinos.
El caballito de mar es el imagen de esta cerveza al tratarse de uno de los elementos más característicos de la fauna de la laguna, ya que la cervecera está concienciada con la conservación de la fauna y flora del Mar Menor, es por ello, que parte de sus recursos son donados a asociaciones de protección de este paraje natural, y, en concreto, al “Hippocampus Guttulatus” (el caballito del Mar Menor).