Lo de la República Checa con la cerveza es una verdadera historia de amor. Dicen que lo suyo empezó en la Edad Media cuando se difundió la idea de que la cerveza tenía un poder curativo y que quien la tomaba no calla enfermo. La creencia tenía lógica porque en aquel tiempo la mayoría del agua era insalubre y estaba cargado de bacterias, así que las cervezas fermentadas eran mucho más seguras para beber. Esto llevó a que la cerveza se convirtiese en la bebida básica de todos los hogares checos, se empleaba incluso para cocinar, y la tomaban desde los niños hasta los ancianos. Era tan importante en la economía del país que se conocía popularmente como “pan líquido”.
La primera escuela cervecera oficial
Con estos precedentes no es extraño que el país se convirtiese en un especialista en la fabricación de cerveza. De hecho, dicen los expertos que la clave de que estas cervezas estén tan ricas es que tienen una larga tradición de elaboración, lo que ha permitido a la escuela cervecera checa pulir las técnicas y, sobre todo profesionalizarse.
Es interesante saber que la primera escuela de cerveceros del mundo surgió en Bohemia a finales del siglo XVIII. A principios de 1800 ya se impartían en el país curso especialización para la cocción de la cerveza y desde mediados de ese siglo aparecieron las primeras escuelas medias profesionales. La escuela cervecera de la República Checa es la primera que estandariza la fabricación de esta bebida como una profesión.
El país con más marcas de cerveza
En República Checa hay más de 250 marcas comerciales de cerveza y más de 1000 micro cervecerías. Además, el país ha convertido su potencial cervecero en una atracción para turistas muy específicos: el turismo cervecero. Y si quieres visitar la ciudad cervecera por excelencia tendrás que ir a Pilsen. Este es un lugar importantísimo en el universo cervecero del país y del mundo. En ella se fabrica una de las cervezas nacionales por excelencia, la Pilsner Urquell (Plzeňský Prazdroj), cuya relevancia es tal que dio el nombre al tipo de cerveza pilsener o pilsen, hoy en día uno de los estilos de cerveza más difundidos del mundo.
Historia de la escuela cervecera checa: aquí nació la Pilsen
Pilsen era una ciudad orgullosa de haber sido construida específicamente para la elaboración de cerveza, pero finales de la década de 1830 estaban pasando por una gran crisis cervecera: la calidad de sus cervezas era malísima. Además la bebida era cara y solo el orgullo de sus habitantes les impedía elegir las cervezas importadas que comenzaban a llegar a la ciudad gracias a la Revolución Industrial.
La situación era tan tensa que en febrero de 1838 un grupo de ciudadanos llevaron 36 barriles de cerveza mal elaborada a la plaza principal de Pilsen para arrojar su contenido a las calles como protesta. Esto llevó rápidamente a los propietarios de tabernas y productores locales a recaudar fondos para construir una nueva cervecería, más profesional y enfocada a la elaboración de una cerveza de fermentación baja. La cervecería se llamó la Cervecería de los Ciudadanos.
Una fábrica puntera para su tiempo
Para su construcción eligieron a Martin Stelzer y Frantisek Filaus como arquitecto y constructor, respectivamente. Las instalaciones se levantaron cerca del río Radbuza, que tenía agua blanda y estaba rodeado de pozos artesanales y suelos areniscos. Esto permitía cavar bodegas para almacenar la cerveza. Resultó ser una de las fábricas más avanzadas del mundo en ese momento: un inventor inglés fabricó un horno de malta patentado, con una tecnología que permitía que la cebada malteada se tostara indirectamente, lo que permitía un mayor control del proceso para producir maltas más pálidas.
Cómo maestro cervecero los ciudadanos contrataron al joven Josef Groll, que vivía en un tranquilo pueblo alemán a 30 km de la frontera checa. El alemán conocía muy bien el proceso de fermentación baja y de almacenamiento de la cerveza ya que lo había aprendido en la fábrica de su padre. El maestro cervecero cogió la levadura de baja fermentación que tenía en Alemania y la combinó con sus conocimientos de elaboración de maltas claras que había aprendido en Inglaterra. Con estas dos cosas consiguió elaborar la primera lager Pilsen.
Presentó su primer diseño de la bebida el 5 de octubre de 1842, elaborada con las maltas de Moravia, el agua de alta pureza de la zona y el lúpulo checo de Zatec. Fue la primera Pilsner Urquell, que arrasó en Europa. Se hizo tan popular que invadió Alemania y también se pusieron a hacerla, llegando al punto en el que se quería prohibir elaborar las cervezas claras. En Inglaterra pasó igual, la cerveza lager desbancó a la porter, que se dejó de producir.
El comunismo y la cerveza
Sin embargo a pesar del increíble éxito que tuvo la cerveza lager Pilsen, en el siglo XX su producción casi llego a paralizarse. Tradicionalmente todas las ciudades y pueblos checos tenían su propia cervecería local. Algunos historiadores señalan que había unas mil cervecerías en todo el país al principio del siglo XX. Pero tras la caída del Telón de Acero la industria cervecera se nacionalizó.
Esto provocó que surgieran cervecerías muy grandes, control por el Estado, que producían cerveza en masa a muy bajo coste, mientras que la mayoría de las pequeñas cervecerías tuvieron que cerrar debido a la falta de fondos para mantenerse en funcionamiento. Afortunadamente el número de micro cervecerías ha aumentado constantemente en los últimos años, entre otras razones gracias al turismo cervecero.
Hoy en día se ha generado una potente industria turística, que no solo ha creado recorridos por diferentes ciudades con tradición cervecera, sino que incluso permiten alojarte en cervecerías que se han convertido en hoteles, como por ejemplo en el Hotel cervecero Purkmistr de Pilsen. Aquí hay incluso la posibilidad de bañarte en tinas de cerveza.
Desde Beer Sapiens no te aconsejamos bañarte en cerveza (te saldría un poco caro, la verdad) pero sí que pruebes este estilo cervecero tan popular y refrescante, ahora que luego el tiempo se acerca. ¡En el próximo artículo te daremos algunas recomendaciones de birras estilo checo y algunas curiosidades que seguro que no conocías!