Antes, esta época de la Semana Santa estaba bastante limitada a nivel culinario: torrijas, potajes y poco más. Pero desde hace unos años casi todos compramos (o nos regalan) huevos de pascua de chocolate, o la tradicional mona de chocolate en el Levante. De hecho, puede que al final de estas fiestas tengas en tu casa varios tipos de chocolatinas y no sepas muy bien qué hacer con ellas.
Pero para eso estamos aquí, amigo beersapiens, ¿habías pensado en hacer un maridaje de chocolate y cerveza? Una idea original y deliciosa. Vamos a explicarte el origen de esta tradición tan golosa y recomendarte algunas cervezas para maridar birras y postres.
¿Por qué comemos huevos de chocolate en Pascua?
El Domingo de Pascua, o el lunes en algunos sitios, las casas se llenan de huevos de chocolate, grandes, pequeños, rellenos, con confites, con sorpresa, de chocolate blanco, negro… pero poca gente conoce el origen de esta práctica.
Como muchas de las tradiciones que tenemos a lo largo del año, esta tiene un origen religioso. La Semana Santa es el final de la Cuaresma, que acaba justo el domingo de Pascua y, como sabemos, en Cuaresma no se puede comer carne. Durante la Edad Media, la prohibición de comer carne se aplicaba a toda la época de Cuaresma y a más alimentos, entre ellos los productos lácteos y… ¡los huevos!
Según algunas explicaciones, para conservarlos durante todos esos días, la gente los impregnaban de cera y, para el domingo de Pascua, cuando la Cuaresma acababa y ya podían comerlos, les hacían pequeños dibujos grabando líneas en la cera, lo que sería el origen de los huevos de Pascua decorados.
Algunas de esas decoraciones se hacían con azúcar y frutos secos, en relieve, y se los daban a los niños, por lo que pronto se convirtieron en una especie de golosina asociada a la celebración de la Pascua. De ahí al huevo de chocolate no hay más que un paso, que se dio ya más avanzado el tiempo, hacia el siglo XIX , en Francia e Inglaterra. Como el chocolate es moldeable, pronto se comenzaron a fabricar otras figuritas relacionadas (gallinas, pollitos, ocas…)
En España, en la zona mediterránea (Cataluña, Valencia y Baleares sobre todo) esta costumbre ha arraigado mucho. El Lunes de Pascua (el siguiente al domingo de Resurrección), los padrinos regalan a sus ahijados una figura de chocolate o una mona de Pascua, en la que el huevo va dentro de un bollo decorado.
Maridaje de cerveza y chocolate con leche
La mayoría de las figuras de chocolate, tipo monas, que consumimos en Pascua tienen como ingrediente principal el chocolate con leche.
En este caso, te aconsejamos que hagas un maridaje por correspondencia, es decir, buscar cervezas con notas a chocolate, como las porter o las stouts. Te lo ponemos más fácil aún, puedes deleitarte combinando el chocolate con leche con la Castrum Porter. Esta cerveza oscura, de gran cuerpo y sedosidad, marida genial con todo lo dulce, que se unirá a su aroma chacoloteado, con notas de café y un agregado de vainilla en su fermento.
Otra cerveza con grandes evocaciones a chocolate y que va genial con cualquier postre bien goloso del estilo (trufa, coulant, tarta…) es la Pyrene Relaxin Cup of Café con Leche , una Imperial Stout de centeno, trigo y avena que hace que en boca sea también muy sedosa y agradable.
Maridaje de cerveza y Chocolate negro
Seguramente también tengas algún pastel o bizcocho hecho con un chocolate negro, o mejor aún, alguna tableta de chocolate con más de 70% de pureza. ¡Estás de suerte! Este tipo de chocolate combina genial con cervezas bastante intensas (aunque no parezca muy obvio) como las Belgian strong dark ales o las Barley wines.
Este último estilo, las Barley Wines, se ha comparado tradicionalmente al vino debido a que ambos tienen un volumen alcohólico similar. Eso hace de esta cerveza una explosión de sabores de cereal, toffe, y frutas pasas. Te encantará combinar ese chocolate casi puro con una Scone Barley Wine, una sorprendente birra que a medida que se templa evoluciona hacia notas licorosas que recuerdan al whisky.
Otra opción para maridar este chocolate es fundirlo ligeramente al baño María (o unos minutos al microondas, pero con intervalos cortos y removiendo continuamente) y añadir, aún tibio, unas escamas de sal y un chorrito de AVOE de muy buena calidad.
Esta delicatesen, solo apta para paladares aventureros, ganará aún más puntos si la combinas con una Imperial Stout, como la Althaia Batiscafo, una cerveza de la serie "Ilustres" de la cervecera alicantina, de color marrón oscuro casi chocolate con mucho cuerpo y una espuma cremosa y duradera. Combinada con el chocolate tibio notarás el cacao y la sal de una manera única, pero con tonalidades sumamente dulces debido a la malta imperial.
Maridaje de cerveza y chocolate blanco
El chocolate blanco está compuesto principalmente de manteca de cacao, y por eso tiene esa textura ligeramente untuosa. Te aconsejamos, si tienes dulces de este tipo (o rellenos de chocolate blanco) que hagas un maridaje por contraste.
Es decir, lo que te aconsejamos aquí es buscar sabores y sensaciones que contrasten entre ellas para aumentar su realce. Por ejemplo, es una buena idea combinar este tipo de chocolate con una cerveza de trigo con toques dulces, porque la acidez y el balance suave de la birra cortarían bien el componente graso del chocolate blanco. Te sugerimos probar la Guineu Blatdesac Weissbier, una cerveza de trigo que sigue la receta alemana, ligera y refrescante.
En cualquier caso, lo bueno de los maridajes es que se aprende probando y combinando. Si quieres aprender sobre las reglas básicas para encontrar el mejor bocado para cada cerveza, puedes leer este artículo, donde te explicamos todo con detalle. ¡Felices Pascuas!
Fuentes: clubdelchocolate.com