¿Vino o cerveza? ¡Esa es la cuestión! Bueno, quizás por este blog no mucho porque aquí somos todos unos forofos incondicionales de la birra…. Pero hay días en los que podemos dudar sobre si preferimos el sabor de la cebada o de la uva en nuestro vaso.
Lo maravillas es que en este increíble mundo de las bebidas fermentadas, a veces la respuesta es un híbrido sorprendente. Así es como nace la Italian Grape Ale, un estilo cervecero que se encuentra en algún punto misterioso entre el vino y la cerveza. ¿De dónde viene esta maravilla cervecera? Bueno, la pista está en su nombre: Italia.
Italia: no solo de vino vive el hombre
Italia, ese país conocido por su amor eterno por el vino, tiene una larga historia vinícola que se remonta a los tiempos del Imperio Romano. Los romanos adoraban el vino, y hasta tenían un dios, Baco, dedicado a la bebida fermentada de uva. Pero espera, ¡también elaboraban cerveza! Sí, incluso con su inclinación por el vino, los romanos no pudieron resistirse a la tentación de la cerveza. Algunos de los eruditos romanos, como el historiador Strabo, mencionaban la existencia de una bebida fermentada de cebada que algunos pueblos primitivos de Europa disfrutaban.
Pero aquí está el giro: a pesar de los avances de los romanos en la producción del líquido dorado en su contacto con los pueblos “bárbaros”, después de la caída del Imperio Romano de Occidente, la cerveza quedó casi olvidada. El vino se hizo más popular debido a la proliferación de cultivos de vid en todo el país, que eran más fáciles de cultivar que la cebada. Así que esta fue la bebida estrella en el país.
El vino se convirtió en la estrella indiscutible de la escena italiana de las bebidas. A tal punto que no fue hasta muchísimos siglos después, a finales del siglo XVIII, cuando se estableció en el pais la primera cervecería moderna. Fue en la región del Piamonte. Anton Dreher, el cerebro detrás del estilo Vienna Lager, también tenía su fábrica de cerveza en la ciudad de Trieste. Sin embargo, Italia no desempeñó un papel destacado en la escena cervecera internacional hasta finales del siglo XX, cuando el movimiento de la cerveza artesanal despegó en Europa.
A mediados de la década de los 90, gracias a la influencia del movimiento craft estadounidense, las primeras cervecerías artesanales locales comenzaron a emerger en el norte de Italia. Nombres como Birrificio Lambrate y Baladin se convirtieron en figuras clave en el mundo cervecero italiano.
El auge de la cerveza artesanal italiana: una historia de pocas décadas
A partir de este momento, los cerveceros italianos comenzaron a abrazar la idea del "producto local" utilizando ingredientes locales para elaborar sus cervezas, incluyendo uvas de sus viñedos cercanos. También experimentaron con otros ingredientes, como castañas, melocotones y cerezas. Grandes nombres como Birrificio Montegioco en Piamonte se destacaron en este movimiento creativo.
El movimiento cervecero artesanal italiano no solo sobrevivió, sino que floreció en el mercado, superando incluso al vino en popularidad. En 2016, Italia se convirtió en pionera en Europa al establecer regulaciones específicas para la cerveza artesanal.
El nacimiento de la Italian Grape Ale
A pesar de que el vino perdió terreno frente a la cerveza, los italianos nunca olvidaron su pasión por la uva y las materias primas de calidad. Así nace la Italian Grape Ale (IGA), un estilo único donde la tierra, la innovación y la personalidad del productor son las claves del éxito. La gran variedad de matices que es capaz de desplegar el estilo procede fundamentalmente del tipo de uva empleada (vermentino, malvasía, sangiovese, nebbiolo, brachetto, etc.), su procedencia, y la creatividad y pericia del maestro cervecero.
Este estilo es una muestra de que la cerveza puede crecer y renovarse tomando lo mejor de cada zona. En este caso la uva y los cultivos de viñedos. Detrás, grandes maestros han trabajado para dar un lugar de prestigio a una receta sorprendente y llena de matices.
¿Italian Grape Ale o Fruit Ale? ¿Spanish Grape Ale?
Las dos opciones son correctas. Y es que, técnicamente, todas las Italian Grape Ale son Fruit Ale (aunque no a la inversa). El punto de inflexión para la historia de estas categorias se produjo en 2014, cuando la Asociación de Cerveceros Italianos, Unionbirrai, dejó de incluir este estilo de cerveza dentro de la categoría Fruit Ale (cerveza de frutas) y le concedió su propia denominación: Grape Ale. Un poco más tarde, en la primavera de 2015, el BJCP (Programa de Certificación de Jueces de Cerveza), en su última revisión de pautas de estilo, definió e incluyó el estilo con la denominación completa Italian Grape Ale o IGA. Es decir, es un subestilo que ganó su propia denominación de origen.
Además de Italia, también hay otros países donde se elaboran cervezas con uva o con mosto de uva. Uno de los primeros en experimentar la elaboración de cerveza con uva fue la americana DogfishHead (Delaware), cuando en el año 1999 trataron de recrear una cerveza antigua a la que llamaron Midas Touch, para la que emplearon uva moscatel, miel y azafrán.
Y en España, con los maestros cerveceros artesanos tan trabajadores e innovadores que tenemos, y con los viñedos que tenemos, también hay recetas exquisitas de Grape Ale con uva local. Como por ejemplo Althaia Alejandría Grape Ale de Moscatel 33, elaborada con mosto de Moscatel de Alejandría. Pero también podemos hablar de la SanFrutos Resistencia Espontánea Grape Ale, una exquisita cerveza en Edición Temporal y Limitada que pasa por la mezcla de dos mundos: dos partes iguales del mosto de la cerveza y del mosto de la mejor uva verdejo del mundo entero cargado de vida que lo ha hecho fermentar de manera espontánea en barricas de roble francés, sin levaduras ni bacterias añadidas hasta convertirse en esta fantasía que tienes entre manos.
Así que ya sabes, la próxima vez que te apetezca una cerveza bien fría (como buen amante cervecero) pero tu paladar tenga antojo de un regusto de uva local; tenemos la solución perfecta para ti ¡A tu salud, amigo Beer Sapiens!