7000 años de historia
Amigos beer sapiens, hoy vamos a remontar bastante lejos en la historia de las cervezas. Ni más ni menos que al año 5000 AC (año arriba, año abajo). Porque uno de los primeros restos arqueológicos de cerveza es de esa época, y además, era una cerveza de trigo.
Esto indicios aparecieron en Sumeria (el actual medio oriente) y se relacionan con el desarrollo de los primeros asentamientos agrícolas humanos. Y tiene lógica, ya que si el hombre empezó a cultivar trigo, seguramente empezó a investigar también todos sus usos.
También es verdad que esta primera bebida alcohólica no debía de tener mucho que ver con lo que consideramos hoy en día una cerveza. Era más bien una sopa de trigo, o simplemente el trigo macerado en agua, con cierto componente alcohólico, que se bebía con pajita para evitar beber los granos que flotaban en la superficie.
Algo más parecida a nuestra cerveza actual era la que fabricaban los egipcios. Ellos perfeccionaron la receta y se pusieron en marca fábricas que producían nada menos que 4 millones de litros por años en la época de Ramsés II. Y también eran cervezas de trigo, ya que se cree que el principal ingrediente de esta cerveza egipcia era una variedad de trigo llamada espelta.
De hecho, esta bebida era importantísima ya que constituía un parte indispensable de la alimentación de este pueblo. Y es que el trigo aporta ciertas características que hacen de estas cervezas un alimento muy interesante. Además, el grano de trigo posee un mayor porcentaje de proteínas que el de cebada, lo que otorga una turbidez típica en estas cervezas y, más importante aún, una espuma abundante y compacta debido a que las proteínas actúan como una red para las burbujas de dióxido de carbono.
Sin embargo, en el siglo XV este tipo de cerveza estuvo a punto de desaparecer.
La cerveza de trigo: un bien precioso
Como ya hemos visto, este estilo de cerveza era muy popular. Tanto por el sabor como por sus cualidades nutritivas, la gente consumía grandes cantidades de cerveza de trigo. Tan grandes que la gente prefería usar este cereal para fabricar cerveza antes que para hacer pan.
Por esta razón, que comenzaba a ser muy problemática, en Baviera se emitió en 1516 la célebre Ley de la Pureza de la Cerveza de Alemania que establecía —entre otras cosas— que la cerveza se elaboraba con 3 ingredientes únicos: malta de cebada, lúpulo y agua; reservando otros cereales como el trigo y el centeno para la producción de pan.
Afortunadamente, quien hizo la ley hizo la trampa, y el mismo rey proclamó al mismo tiempo una excepción a esta norma, por la que se podía fabricar cerveza de trigo… pero sólo para los nobles. Era su cerveza favorita.
En Bélgica, otro de los principales países productores de cervezas de trigo, este estilo casi también despareció por la fuerza con la que entraron las cervezas Lager en el mercado. Hubo que esperar a la década de los 60 para que las cervezas de trigo fuesen “redescubiertas” por Pierre Celis, que fundó su cervecera en la misma población donde se elaboraba la célebre Hoegaarden desde el siglo XV.
Sin embargo, amigo Beer Sapiens, no te preocupes. Hoy en día no hay peligro de que este estilo desaparezca: 1 de cada 3 granos que se cultivan en el mundo es trigo. Y solo el 0,5% de esa producción mundial de trigo se destina a la elaboración de cerveza. Asi que tenemos birra para rato.
Pero, ¿qué es exactamente una cerveza de trigo?
Existen bastantes estilos agrupados bajo la gran categoría de cervezas de trigo. Pero sin embargo os podemos dar algunas pistas para poder identificar esta categoría de birras.
Lo primero, es que para que una cerveza sea considerada como de trigo, en la mezcla de contener una cantidad significativa de este cereal, es decir, malta de trigo. El resto será, normalmente, cebada.
Un dato curioso es que el trigo aporta muy poco sabor a una cerveza, pero añade una sensación distintiva y sedosa en la boca. El trigo puede ser malteado o no. Generalmente son cervezas sin filtrar, y por eso su aspecto es un poco “turbio”.
Las características que mejor la definen son su carácter ácido, refrescante y espumoso. Si bien antes eran propias del verano, hoy es posible tomarlas todo el año. No en vano este tipo de cerveza representa casi el 30% del consumo total de cerveza en el estado alemán de Baviera.
Un dato importante es cómo servir una cerveza de trigo. Lo ideal es servir 2/3 del líquido con el vaso inclinado para que la cerveza golpee el lateral del cristal, y después agitar la botella con movimientos rotatorios antes de seguir sirviendo el tercio restante y entonces echar el resto con el vaso en vertical. Así podrás disfrutar de todas las propiedades (sabor, aroma, espuma) característicos de este estilo. ¡Salud!