En Beer Sapiens nos encanta contarte todo lo que sabemos sobre los diferentes estilos cerveceros. Y es que creemos firmemente que una buena divulgación de la cultura cervecera es fundamental para apreciar más y mejor nuestra bebida favorita.
Así que, continuamos con nuestros artículos en los que te explicamos no solo las características sensoriales de los diferentes estilos de cervezas artesanas, sino su historia y muchas anécdotas interesantes sobre las mismas. Esta semana te traemos un estilo no muy conocido en España, pero que está ganando adeptos: las cervezas Bock.
Estilo Bock: su origen histórico
Algunas cervezas son indisociables de un lugar. Igual que no podemos dejar de pensar en Munich con las Marzën, el estilo Bock tiene una ciudad de referencia: Einbeck.
Es bastante probable que sea la primera vez que escuchas este nombre, pero te aseguramos que este lugar, situado al sur de Hannover, en Alemania, se convirtió en un punto clave para la historia cervecera en el siglo XIV.
Como suele ocurrir, se dieron varias circunstancias inesperadas para que esto sucediera: por un lado, Einbeck formaba parte de la Liga Hanseática, que fue una especie de federación comercial entre varias ciudades europeas. Esto significaba que tenía un gran potencial de exportación para cualquier bien que produjera y quisiera vender fuera. Por otro lado, su ubicación era ideal para el cultivo del lúpulo, que justo en esa época empieza a ganar importancia como ingrediente fundamental en la elaboración de la cerveza
Como ya os hemos contado, durante muchos siglos la cerveza se elaboró añadiendo a la receta una mezcla de hierbas y especias para conservar la bebida, conocida como gruit. El problema era que su composición podía variar mucho y esto producía desde que el sabor de las bebidas era muy variable, hasta intoxicaciones. Entonces se descubrió que el lúpulo tenía unas propiedades estupendas para conservar la cerveza (aquí os contamos como la primera vez que aparece escrito sobre este ingrediente es una monja alemana quien firma). Como Eibeck estaba bien posicionada comercialmente, empezó a vender cervezas con este ingrediente, y se convirtió en una ciudad con mucha autoridad en el mundo cervecero.
Y claro, cuando tienes autoridad, elaboras tu receta propia de cerveza. Así aparecieron las primeras Bock. Realmente estas primeras cervezas de tipo Bock se parecen muy poco a las actuales, ya que se elaboraban con maltas pálidas y el trigo era a menudo una parte importante de la receta. Esto también fue una de las razones de su éxito: en aquella época las cervezas alemanas eran turbias y oscuras, así que una birra pálida y bien clarificada resultó muy novedosa.
Cuando las Bock pasaron a Munich
La supremacía de Einbeck como ciudad cervecera fue decayendo durante la primera parte del siglo XVII, cuando una serie de acontecimientos históricos, como la Guerra de los Treinta Años o un gran incendio, devastaron la ciudad. Así que las exportaciones de Bock disminuyeron. Lo interesante es que a los alemanes les gustaba tanto este estilo, que el gobierno se vio obligado a tomar medidas para que se siguiera fabricando y vendiendo.
Así que, en 1612, un maestro cervecero de Einbeck viajó hasta Baviera para enseñar a los cerveceros de Múnich el procedimiento de elaboración de la cerveza Bock. Conocidos por sus cervezas oscuras (Múnich Dunkel), los cerveceros de Múnich crearon una variación cuando combinaron las moliendas que incluían maltas más oscuras con los nuevos procedimientos de “lagerización”.
La cerveza todavía era oscura y fuerte, pero a partir de entonces era fermentada en el fondo de las cubas y reposada durante varios meses, para crear una cerveza más suave y clara con sabores de malta ricos y complejos. Así es como una cerveza rubia, producida en Einbeck, pasó a ser un estilo de cerveza más oscuro y fuerte, elaborada en las cervecerias de Munich.
Las variantes del estilo Bock
Actualmente, existen dos principales variantes dentro del estilo Bock:
- por un lado, las pálidas Helles-Bock,
- por otro lado, las oscuras Dunkels-Bock, que se podrían considerar las Bock tradicionales.
En ambos casos comparten su carácter maltoso y su abundancia de sabores de panadería, manteniendo las obvias diferencias en color y matices de aroma y sabor a raíz del tipo de maltas que se utilizan para su elaboración.
En comparación con otros estilos, las Bock tradicionales resultan:
- más oscuras, con un sabor a malta más rico y un amargor menos evidente que una Helles Bock;
- con menor sensación alcohólica y abundancia de malta que una DoppelBock; y sabores de malta más intensos y más alcohólica que una Märzen.
Por su parte las Helles Bock poseen ricas notas de pan junto con un ligero tostado, pero no tiene la profundidad total de malta que lleva una Doppelbock o incluso una Dunkels Bock (tradicional).
¿Quieres probar el estilo Bock?
Si te apetece probar algunas cervezas de este estilo, en nuestra tienda tenemos, como siempre, magnificas recetas elaboradas pro cerveceros nacionales. Para comenzar te sugerimos la Poch's El Venedor de Fum Doppel Bock, en la que el ingrediente principal es su sabor ligeramente ahumado (madera de haya) y un toque a chocolate.
Pero además, en estas fechas se puede disfrutar de una cerveza de temporada dentro del estilo Bock: las MaiBock, cuyo nombre significa literalmente “Bock de Mayo”. Este estilo, elaborado durante los meses de invierno para pasar a un proceso de maduración prolongado que dura hasta comienzos de la primavera, se consume tradicionalmente en este mes. Se caracterizan por tener algo más de lúpulo, lo que aporta el frescor necesario para las temperaturas que comienzan a subir. Nosotros te recomendamos esta cerveza Maibock Lager de Dawat, de color rubio dorado y que podéis maridar con un rico pollo asado.